Eva Braum
Resumen:
El presente trabajo analiza el tomo uno de la pentalogía: Martín el guardián, de la escritora argentina María de la Paz Pérez Calvo, respecto a su composición literaria como así también la pertenencia al género literario de características fantásticas.
- Introducción:
Cuando el hombre logró ponerle, alas a sus ideas inventó las narraciones. No hizo nada más que eso, dejó volar su imaginación y se dispuso a compartirla con otros. Al principio, solo volaban por los aires, acariciaban un oído y se filtraban por el conducto auditivo, ingresando a un cuerpo, flotando despacito hasta alojarse en el corazón. Algunos relatos, contaban con el poder de causar palpitaciones otros, sudoración en las manos y espalda, agudeza en los oídos o cataratas saladas, que baldeaban mejillas. Cada palabra mencionada, se convertía en una marca del alma permanente.
Poco después la oralidad se convirtió en papel, manuscrito en el principio, luego la imprenta revolucionó la industria y el cuento se transformó en folletín de difusión, compendio de textos, y finalmente libros. Es hasta irrespetuoso realizar un resumen tan apretado al respecto de la evolución de la transmisión de los relatos, sin embargo, esto solo corresponde a una breve mención para refrescar conocimientos, generar una diminuta atmósfera y poder despacito sumergirnos en las profundidades de los relatos fantásticos.
Todo en este mundo se clasifica, no importa si es un ser vivo, una cosa o una expresión artística, en las concepciones abstractas humanas cada cosa tiene una clasificación, para saber su esencia, el uso y sus relaciones. Es tan extraña esta necesidad de clasificación que, hasta los objetos voladores no identificados, son agrupados bajo el colectivo de OVNI, siglas referentes a: Objeto Volador de origen y naturaleza No Identificada. A las claras los humanos necesitamos del orden y clasificación para poder vivir. Respecto a la literatura, las segmentaciones se realizan por los denominados: géneros, los cuales estarán formados por varios subgéneros, con el afán de hacer un orden finito y preciso.
Dentro del género narrativo, tendremos varios subgéneros, de todos ellos hoy seleccionaremos para analizar el denominado: neo – fantástico, sirviéndonos de la obra: Martín el Guardián I – La aventura comienza en Sumer, cuya autora es la escritora argentina María de la Paz Perez Calvo. El primer tomo de la pentalogía nos servirá de apoyo y así conocer más sobre el género y su desarrollo a nivel local.
- Literatura épica fantástica
Cuando hacemos referencia a la literatura fantástica, es posible pensemos en obras para niños únicamente y es probable muchos relacionen lo ficticio con cuestiones de infantes y supongan que, con el paso de los años y la incorporación de responsabilidades, esta deja de ser parte de la dieta literaria de los adultos. A decir verdad, lo mágico (usado como sinónimo de fantástico) fue y es muy apreciado por todos los públicos: uno por tener la inocencia y credulidad a flor de piel, otros por servirse de este para recuperar la inocencia y credulidad por un rato y así alejarse de las responsabilidades y problemas cotidianos. Ya sea, por una razón o la otra la mayoría de los lectores, al menos una vez en la vida probamos la literatura fantástica y la deglutimos buscando sus sabores y maridajes.
Una obra emblemática como lo es: El hidalgo don quijote de la mancha de Miguel de Cervantes Saavedra, tiene sus tintes fantásticos dentro del relato épico. A continuación, podríamos desplegar un listado de ejemplos, pero consideramos que es preferible ahondar más en las características de esta clase de literatura y luego poco a poco los ejemplos llegarán de la mano de los conocimientos y lecturas del propio lector. Para cumplir con esta premisa, lo más relevante e inmediato a decir son las características del género fantástico, a fin de poder identificarlo con facilidad. Entre las más destacadas podemos mencionar:
- Los elementos reales se encuentran en sintonía con los ficticios.
- Posee una ambientación de carácter medieval o se hace referencia a sociedades con retraso tecnológico respecto al tiempo actual.
- Por lo general, al menos una parte de la historia transcurre en un mundo imaginado por el autor.
Estos sutiles condimentos, se transforman en la base de cocción para un suculento platillo de buena lectura y deleite. Con el paso del tiempo, la receta ha sufrido sus modificaciones y hoy se le suma un nuevo aderezo: la extensión. En los últimos años, esta particularidad llevó a dar nacimientos a un género inmensamente específico como lo es: la saga épico-fantástica. Cabe aclarar lo que definimos como saga, corresponde a obras cuyas características son las siguientes:
- Historia con extensión de más de un libro.
- Permanencia de los personajes, argumentos y escenarios en todos los tomos.
- Conclusión del conflicto central en el último tomo.
Ahora que tenemos a mano, un breve punteo sobre conceptos teóricos es posible comenzar a bucear por el género y descubrirlo desde un rol de lector satisfecho.
- Sobre las Sagas
Esta forma lo bastante moderna de escribir, parece ser producto de nuestros tiempos y un exponente del último cuarto de siglo, lamentablemente y sin intención de romper el halo de fantasía, las sagas existen desde que la literatura se desarrolla en forma escrita. Ya por el siglo XII los escritores se servían de esta forma de construcción de historias sobre todo en los países escandinavos. En ese lugar del mundo, los relatos con tintes fantásticos son parte del acervo cultural.
Con el pasar de los años, las olas de migración y las comunicaciones, las sagas llegaron a todas partes del planeta, entablando una fuerte amistad y correspondencia con un nicho de lectores específicos, que las aceptaron e hicieron piel sus historias. Hacia finales de 1900, la literatura infantil se vio conquistada con esta forma particular de contar historias, produciéndose, un gran fenómeno literario. De la mano de la autora británica J. K. Rowling, un niño transformado en mago, llamado Harry Potter, llegó a muchos pequeños lectores transformados en voraces consumidores literarios. Se trató de un fenómeno mundial, donde los infantes acompañados por sus sorprendidos padres se agolpaban en las librerías, esperando la apertura de los locales comerciales para obtener el nuevo tomo lanzado. Esta popularidad, fue mayor cuando la historia se llevó al cine y de esta forma aumentó su popularidad y alcance.
El nuevo nicho de mercado debía ser alimentado, para ello no tardaron en llegar otras sagas, algunas con tintes fantásticos como “el señor de los anillos” del autor J.R.R. Tolkien, otras con vestigios románicos: “crepúsculo”, escrita por Stephenie Meyer o “los juegos del hambre” de Suzanne Collins, solo para mencionar unos ejemplos aleatorios.
La entrada al cine de estas novelas otorgó a las sagas una mayor visibilidad y una nueva relación con un público joven, expectante y ansioso por nuevas propuestas. Esta clase de expresiones literarias, comenzaron a rondar por el mundo despertando un gran movimiento literario hispanoamericano, el cual dio lugar a los escritores contemporáneos, de incursionar en esta modalidad de escritura y así generar una industria de producción literaria local, con mencionadas características y particularidades. En Argentina, dentro de los más reconocidos a nivel local, cabe mencionar a escritoras como: Liliana Bodoc, Márgara Averbach y María de la Paz Pérez Calvo, con su obra Martín el Guardián, nuestro centro de atención a continuación.
- Martín el Guardián – tomo 1 – La aventura comienza en Sumer
El relato comienza describiendo una imagen cotidiana, en la vida de cualquier joven. La sombría frustración de no poder recordar varios nombres de ríos, no resulta ser un comentario al pasar, sino la apertura de una puerta hacia lo familiar y conocido, la escritora nos presenta con Martín, y en pocas palabras permite se entable una relación de empatía, a partir de un sutil detalle sobre la falta de memoria para lecciones escolares.
Con apurada, pero detallada pluma la autora realiza un breve panorama de la situación familiar del protagonista; sirviéndose de detalles aleatorios, no por eso menos relevantes, pinta un cuadro tan perfecto en el que logramos hasta sentir la soledad en el corazón del joven y la necesidad de su “idea feliz para volar” como sugeriría Peter Pan. Tras la cena a solas en su dormitorio, el adolescente entra en un estado de somnolencia: es interesante esta característica, la sutileza entre esta fase y el sueño constituyen un abismo, de haber dicho: el niño se duerme, tendríamos explicación clara de lo acaecido, en cambio se refiere a su estadio en el punto límite de nuestro universo y el mundo de los sueños, generando en nosotros lectores, una vacilación propia el género literario al que pertenece la obra.
Otro recurso mostrado en las primeras líneas y sostenido a lo largo del tomo, corresponde a la memoria auditiva de Martín, en reiteradas ocasiones, él escucha los llamados, estos serán su anclaje para el mundo real y el pasaje al otro.
Sin dar muchos rodeos, ni emplear ningún tipo de elemento, Martín se incorpora a un mundo paralelo, lejos de ser soñado, es un lugar vívido lleno de correspondencias con la realidad, pese a ello un anciano y la escenografía nos da la pauta de haber atravesado el umbral de tiempo y espacio, en ese instante sabemos que la ensoñación traspasa del papel y es donde pactamos con el narrador la visita a su mundo, el cual lo aceptaremos como verosímil.
La semilla de la duda, ya esta sembrada en nuestro corazón lector, el pacto de sangre cerrado solo resta avanzar con el relato y disfrutar de la gran historia, esa que se encuentra apostada sobre la invisible frontera divisoria de la realidad y la ensoñación. Y quizás, la pregunta surge: ¿cuál de los lados corresponde a la realidad? ¿Existe algo real?
Martín (y nosotros) ahora está en una biblioteca, sitio oportuno para la trama, con un metamensaje muy sutil, en las bibliotecas conviven tomos de compendios científicos, ciencias duras y especialidades, con otros correspondientes a la literatura fantástica y de ocio creador. No hace falta la explicación de la convivencia de los mundos, su clasificación o características. Quien conozca el significante de la palabra: biblioteca, no necesitará mucho más para apreciar la atmósfera del recinto y todas sus aristas de interpretación. Las revelaciones no tardaron en llegar, tengamos en cuenta que el público objetivo del escrito se corresponde con jóvenes, quienes leen en soledad, pero aún no tienen mucho entrenamiento, por lo tanto, deben sentirse atrapados por las circunstancias, pero también poseen una necesidad de resolución rápida y acotada. De nada sirve ahondar en detalles minúsculos, cuando la necesidad de aventura se apodera de sus cuerpos. El protagonista, no se lo ve en condiciones de esperar a un narrador puntilloso y meticuloso. Martín, no se detiene a pensar cómo llegó a esa biblioteca, solo buscó conocer a su interlocutor, un anciano, que no se detuvo en darle muchas explicaciones. Desde el rol de lectores, tampoco nos mostramos interesados en teorías para avalar lo sucedido, a ninguno nos importa el cómo llegó, a esta altura todos estamos dispuestos a vivir la aventura propuesta.
Pese a esta despreocupación generalizada, la autora no obviara detalles relevantes, ya sea de características históricas, geográficas como también filosóficas. Entrados los capítulos, Martín recordará estos detalles y no entenderá muy bien cómo adquirió los conocimientos, asimismo no dudará en usarlos y atesorarlos.
El elemento mágico, característico y vital para el género se menciona: el Rollo de Barsalnunna y este viene con un encargo para el protagonista: él será el guardián. Aquí, la doble vida de Martín se entrecruzan, reflexiona sobre sus falencias, se muestra un trasfondo de desunión familiar y falta de motivación, diminutas semillas capaces de florecer en el inconsciente del niño, produciendo un bosque tan frondoso que no permite entrar la luz del sol. Duda de sí mismo, de sus capacidades, sin embargo, el anciano confía, no se detiene a alimentar esos fantasmas, sigue adelante con la trama y los desestima, hasta no sentir su presencia.
Transitado el momento de reflexiones, la acción vuelve a tomar vuelo y lo hace en los dos planos: Martín, Guardián del Rollo, enfrenta la muerte, es un momento crítico en la vida de un joven, la muerte de los abuelos o mascotas son las primeras en surgir, con las cuales se abre el tema, llegan las explicaciones y por supuesto la angustia, el enojo y la transición del duelo. En tales circunstancias, Martín obtiene el legado, pocas claves tendrá para continuar, pero sabe que debe hacerlo, dio su palabra, se comprometió con la causa. En cuanto, al otro Martín, el integrante de una familia disfuncional se encuentra en un momento surrealista, cree soñar despierto cuando toda su familia se reúne a cenar, lo disfruta, pero mira con extrañeza. Los sueños, los deseos y la realidad se mezclan.
Aquí me siento en la obligación de hacer un paréntesis, es condición necesaria incluir en todos los relatos infantiles un guiño al adulto, una manera de simpatizar y lograr seleccione, habilite y también disfrute de la producción. En el ejemplar estos guiños están presentes en varios capítulos, no obstante, este guiño reflexivo es uno de los más fuertes. Con extrema sutileza se cuenta como en algo tan simple, es posible encontrar la felicidad, el diálogo, el intercambio de experiencias cotidianas, el escucharse … nuevamente dicho de otra manera ese meta mensaje. El poder de las palabras, no por su significado literal, sino una comprensión general. Lo dicho, en el tono elegido, con la carga y connotación. Martín escucha, pero Martín también busca ser escuchado.
Continuando con los acontecimientos suscitados en el texto, llega el momento de detenernos en la camaradería, el protagonista busca “pertenecer” a un grupo de chicos de la escuela con los que no logra congeniar, busca parecerse, actuar de manera forzada y copiando personalidades, sintiéndose muchas veces ridículo e incómodo. Alguien le ofrece su amistad, pero no pertenece al grupo de los “populares” entonces esquiva la oportunidad. Paralelamente, en Sumer quedó solo, debe arreglárselas para volver a casa, cualquier ayuda será importante. Es allí donde logra derribar los prejuicios y abrir su corazón a un bruto, pero cariñoso vikingo. Un personaje secundario, con la responsabilidad de brindarnos las dosis de humor y ternura necesarias. Su carácter rústico construye un aura especial, cuando Martín y Godofredo (el vikingo) están juntos se provoca una compensación de sentimientos, la angustia, desolación y preocupaciones del protagonista son neutralizadas por el despreocupado y confiado personaje vikingo. De este modo Martín, se relaja, empieza a vibrar en otra frecuencia, pudiendo incorporar nuevos conocimientos a su corazón y lo más importante se los llevará a su otro mundo. En la escuela, conoce a Manuel, lo conocía en verdad, ahora lo aceptará. Godofredo, logra leer el rollo, no muchos pueden solo los elegidos, para él habla de amistad, de cofradía, de vínculos fuertes, todo lo que le enseñó a Martín quien luego lo pondrá en práctica en otro plano, sin saber cómo.
Las aventuras se suceden y esta referencia hacia la amistad y la colaboración avanza, pronto se encontrarán con un hechicero quien los ayudará en forma desinteresada. Viajarán a un punto del futuro, lejos de la casa tanto de Godofredo como de Martín, allí también encontrarán camaradería. El protagonista, no solo está viviendo una aventura, está construyendo su personalidad, desenojando su ego protector. Como lectores, ya no sabemos si nos interesa el malvado que viene detrás del rollo o esperamos, Martín descarte esa armadura que los separa del mundo de los afectos. El corazón late inspirado, la amistad triunfa, sana, acompaña. Aquí florece un inter-texto, El árbol de los amigos, de Jorge Luis Borges en su frase final nos dice: Esta es la mayor responsabilidad de nuestra vida y la prueba evidente de que “dos almas no se encuentran por casualidad”.
Los valores explicados como lecciones aburridas, memorizados en clases de educación cívica o aprendidos por moralejas explícitas no se internalizan. En cambio, al pasarlos por el cuerpo en forma de vivencias e ingresan por los cinco sentidos, es cuando se graban a fuego por el resto de las vidas.
Hay detrás de esta novela connotaciones de conocimientos metafísicos, propios de la época en donde se sitúa el nacimiento del rollo, los denominados principios herméticos, conocimientos tan comunes y sutiles se transforman en sagrados. Con rutinas estrepitosas, metas estrambóticas y carreras detrás de una zanahoria jamás alcanzada, el más común de los sentidos queda relegado en el mundo actual (el de Martín, el nuestro). En los últimos años, parte de la población mundial, se encuentra en la búsqueda de la vuelta a la esencia, a los pequeños placeres, a focalizar en lo espiritual y menos en lo material. El relato, sienta sus bases en ello, valores como la amistad, la familia, el tiempo compartido y la ayuda al prójimo, se presentan en forma anecdótica y sutil, aunque la autora tiene muy claro como transmitirlo, sin presión. No fuerza ningún pensamiento, sugiere (como el rollo) la interpretación será de cada nuevo Martín que transite las doscientas veintidós páginas del tomo uno. No podemos avanzar sin reparar en el detalle. Para los antiguos el número veintidós es llamado un número maestro, cabe destacar que para muchos pueblos (y hoy sigue vigente) los números son agitadores de energías, el doscientos veintidós conlleva la energía del número dos por triplicado, se lo asocia a la posibilidad de manifestar cosas casi imposibles en la realidad. Este comentario solo es un dato de color, lo bastante conectado con el texto (queda a criterio del lector).
Otro punto clave para destacar es la relación del héroe y el villano. Martín se sentirá excluido por sus compañeros, también observará el bulling que practican sobre Manuel, lo ve, lo sufre, pero aún no lo enfrenta, en su deseo de pertenecer hasta de algún modo lo acepta y corresponde con estas actitudes para con otros. En el mundo donde es solo niño en la escuela la melancolía y deseos de inclusión son sentimientos repetitivos. En cambio, cuando se convierte en el guardián del rollo, se transforma en héroe. Enfrenta situaciones de persecución y en algunos casos es hostigado, pese a esto por momentos desaparece, situación extraordinaria, la cual induce a los otros a creer que están en la presencia de un poderoso mago, le temen, porque en esa época lo correcto es temer a los seres mágicos.
En cuanto al villano, en esta ocasión es un malo no tan malo, durante el primer tomo solo los persigue en busca del rollo, si bien por momentos logra alcanzarlos existen personajes secundarios claves que colaboran para evitar el robo de los rollos, es así como se entablan relaciones de camaradería entre habitantes de distintos tiempos, todos aquellos conocedores de la existencia del objeto mágico, se sienten comprometidos con su esencia y con la necesidad de que este no caiga en manos nefastas.
En el relato, lo etéreo se vuelve tangible, las casualidades causalidades, la energía fluye en el transitar de cada hoja de la novela. Los próximos tomos, acompañarán el crecimiento de Martín, nos contarán sus aventuras año tras año dentro de su formación académica intermedia, como así también nuevas aventuras, experiencias y descubrimientos de carácter personal. El camino es prometedor, solo debemos agarrarnos fuerte de la mano de Martín (y de María de la Paz), para no perdernos al atravesar el tiempo.
- Intertextualidades
Toda expresión artística es producto de su tiempo, como así también está íntimamente ligada a los conocimientos, sentimientos, en fin, al bagaje cargado por el autor, sin embargo, ninguna obra está terminada hasta tanto no llegue a las manos del espectador. Por tal motivo, sucede que existirán tantas interpretaciones, como consumidores. De este modo, el final de la obra se constituye, usando como base el esquema básico de la comunicación: Emisor – Mensaje – Receptor, donde se comparte el mismo código, canal y contexto.
Asimismo, es posible compartir canal y tener un buen fluir con producciones fuera de nuestros tiempos, si bien el choque con ellas será fuerte, debido a los cambios acaecidos en lo sucesivo de los años, en forma habitual encontraremos semejanzas y quizás hasta un vestigio de ideas hoy consumadas e incorporadas mientras que en antaño solo se estaban gestando.
Esa si, como una de las escenas del libro nos transporta al siglo XVII y no viajamos en este caso de la mano de Martín, involucrados en la aventura de los rollos, sino lo haremos de la mano de Francisco de Goya y Luciente, pintor español sumamente reconocido, quien para fines del mil setecientos realiza una serie de grabados denominados: Caprichos, el compendio focaliza su atención en imágenes de situaciones cotidianas e incluye una breve leyenda al pie, muchas veces con una gran carga de ironía en el mensaje.
Entre ellas, hoy rescatamos el ejemplar numerado cuarenta y tres: en él se muestra la imagen de una persona dormida sobre un escritorio, alguien que seguramente aun no cayó en el sueño profundo. Tras su espalda se desarrollan una serie de animales alados amedrentando el reposo del ser y a su lado, en estado de alerta, aunque sin intervenir un gato. Al pie podemos leer: “El sueño de la razón produce monstruos” (estampa 43 – serie Caprichos – Goya – 1799).
Para la época los “monstruos” no eran solo los seres fantásticos amedrentadores de niños, los monstruos eran quienes limitaban el conocimiento, la educación y por sobre todo la libre expresión. Aquí el pintor, hace una denuncia a la sociedad de su tiempo, en la que la ignorancia y las supersticiones triunfaban.
Traemos la estampa a cuento, por dos cosas: en principio, en la ilustración se puede observar el momento justo donde la realidad y los sueños conviven en el mismo plano, creando seres fantásticos, a los que algunos pueden llamar monstruos y otros nos atreveremos a entablar amistad con ellos para vivir impetuosas aventuras. Así también, la frase: “el sueño de la razón” si sueña la razón, solo nos queda la fantasía y es en ese desprendimiento del mundo tangible, donde nos sentimos libres, alados, la verosimilitud de las cosas y situaciones son aceptadas, porque sabemos encontraremos un mundo construido a la altura de las circunstancias.
Tampoco dejaremos pasar por alto el pequeño felino, expectante. Los gatos, son por excelencia el animal relacionado con la literatura, ya sea por su conexión con los escritores en la vida real, como así también formando parte importante de algunos relatos, un claro ejemplo es el gato Cheshire, en Alicia en el país de las Maravillas, del autor Lewis Carrol. Alicia tiene una gata, cuando cae por el agujero del conejo y se introduce en el mundo de fantasía, no se olvida de su gatita la cual la acompaña a diario y le es una grata compañía, en el nuevo mundo si la niña tiene miedo o se siente triste aparece el divertido y excéntrico gato violeta, con frases filosóficas y preguntas abiertas que la incitan a reflexionar.
En resumen, la intertextualidad de una obra no necesariamente deberá ser con otra expresión artística semejante, esta se irá construyendo como un gran collage. En principio se llenará con los elementos definidos por el autor y luego cada lector aplicará sus retoques en búsqueda de dar un acabado a la obra a la altura de sus expectativas.
- Conclusión:
Cada género literario, está pensado para abordar los diferentes estadios de la vida, es probable consideremos que el fantástico, se refiere a las evasivas de la cotidianidad y las reglas sociales impuestas, si bien algo de realidad se filtra en esa creencia, este género se encuentra mucho más cerca de colaborar con el libre albedrio de imaginación y conocimiento. Cuando la razón, levanta su manto de neblina, podemos ver más allá del orden impuesto. La magia, las acciones inesperadas se vuelven parte del mundo, fomentan la creatividad y el abanico de posibilidades se expande. Es así, como se construyen personalidades resolutivas, colmadas de propuestas para encaminar la construcción de un mañana nuevo. Las sociedades con poco acceso a las expresiones artísticas no son tan ricas. La conexión con la pintura, la música, la danza o la literatura no solo nos hace felices, también libres. A mayor conocimiento, mayores posibilidades de progreso, siempre teniendo en cuenta que los saberes no solo son datos duros y estructurados, también los hay de características abstractas y livianas, flotando por el aire y pudiendo ser absorbidos por los cinco sentidos, sin necesidad de preguntarse: ¿esto es real?
Fomentar una literatura fantástica, no se corresponde con crear seres soñadores y evasivos de la realidad, la literatura fantástica les proporciona herramientas de pensamiento conceptual, abierto y creativo que podrá ser aplicado frente a la razón. Al fin de todo, como dice Kevin Johansen, en su tema: Anoche Soñé Contigo «soñar no cuesta nada, más que tiempo».
Bibliografía consultada:
- Perez Calvo, María de la Paz, Martín el guardián, Tomo 1, La aventura comienza en Sumer, Mendoza, 2021.
- Arias Fuentes, Diego, La escritura como proceso, como producto y como objetivo didáctico, tareas pendientes, Actas CEDELEQ IV
- Todorov, Tzvetan, Introducción a la literatura fantástica, México, 1981
- La guía del Prado, Museo Nacional del Prado, España, 2012